¿Por qué el papel de hierba es tan sostenible?
Por lo general, este papel se fabrica a partir de fibras de madera frescas. Antes de poder procesarlas, deben ser liberadas de su adhesivo natural, la lignina, con ayuda de productos químicos y agua. Por supuesto, una gran parte de la demanda actual de papel también se cubre mediante el reprocesamiento de residuos de papel. Pero esto también requiere procesos de limpieza química. Por el contrario, al procesar hierba es posible prescindir totalmente del uso de productos químicos, ya que el contenido de lignina es considerablemente menor. El esfuerzo mecánico también es mínimo. Menos sustancias químicas y menos electricidad para el procesamiento mecánico ya son dos buenos motivos por los que el papel de hierba es un producto estrella en términos de sostenibilidad.
A esto hay que sumar la disponibilidad regional: a diferencia de la madera, la hierba también está ampliamente disponible en países como Alemania. Sobre todo, permite aprovechar el heno que es inutilizable para la ganadería y las zonas compensatorias agrícolas, posibilitando así un uso más sostenible de este recurso.
La hierba también se distingue de otras materias primas utilizadas para la producción de papel por el escaso esfuerzo que requiere su cultivo y su cuidado. Para mantener una pradera verde, solo se necesita un espacio abierto, un suministro ocasional de nutrientes procedentes del estiércol y un riego rudimentario en verano. Esto se debe a la gran capacidad de regeneración de la hierba y a su enorme resistencia, que desafía incluso las condiciones meteorológicas extremas.
La única nota amarga es que, por desgracia, hasta a la fecha solo es posible producir papel con un contenido de hierba del 30%. ¿Por qué? Porque un mayor contenido de hierba requeriría el uso de más aditivos y productos químicos para conseguir los mismos resultados que con el papel a base de madera. Esto afectaría en gran medida a la sostenibilidad del material, por lo que será necesario continuar la investigación en este campo. En cualquier caso, estamos seguros de que los antiguos egipcios tampoco inventaron los rollos de papiro en un solo día. Hasta entonces, ya sabes, ¡cuánto más sostenible, mejor!