¿Cómo puedes compensar los gases de efecto invernadero?
A fin de poder compensar las emisiones de CO2, es necesario calcular la huella de carbono. Esta registra la cantidad de CO2 emitida por una empresa determinada. Para ello, la distinción entre los productos y su huella de carbono (huella de carbono del producto = HCP) y las actividades empresariales y la huella resultante de estas (huella de carbono corporativa = HCC) es especialmente importante. La HCP se calcula a partir de todos los parámetros que pueden provocar emisiones, tales como la producción, el transporte, la comercialización y el desecho de un producto. Para la HCC, por su parte, se recogen todos los datos pertinentes para calcular las emisiones de una empresa. Por un lado, esto incluye las emisiones directas, tales como la calefacción del edificio, el operación de la flota de vehículos y el uso de refrigerantes. Por otro lado, están las emisiones indirectas, que incluyen los viajes de negocios, el volumen de residuos y la eliminación de estos, entre otras cosas. La suma de las emisiones directas e indirectas da como resultado la huella de carbono corporativa completa.
Ciertas medidas permiten compensar las emisiones que se producen a nivel de empresa o del producto. Algunas medidas están relacionadas con la retención de CO2, como pueden ser los proyectos de reforestación. Además, proteger las zonas pantanosas y regar las zonas pantanosas ya drenadas también puede ayudar a preservar o restaurar su capacidad de almacenamiento de CO2. No obstante, la compensación también puede llevarse a cabo en forma de inversiones en la producción de energía respetuosa con el clima, por ejemplo invirtiendo en centrales hidroeléctricas o eólicas. Para que la compensación tenga éxito, es irrelevante dónde se realice el proyecto. Hay proyectos adecuados para esto tanto en Alemania como a nivel internacional. Sin embargo, debes asegurarte de que los proyectos de protección del clima cumplan con determinadas normas; a menudo, recibirás un certificado relativo al proyecto, por ejemplo de Gold Standard. Los proyectos de esta organización se planifican de tal modo que combinen la dimensión social, ecológica y económica de la sostenibilidad, realizando así una contribución integral al clima y al medio ambiente.Por medio de compensaciones, los productos y las empresas cuya existencia no sería posible sin emisiones de CO2 también tienen la oportunidad de mejorar su huella ecológica.