Huella de Carbono de Producto (PCF) y Huella de Carbono Corporativa (CCF)
Veamos el tema con más detalle: Para poder compensar las emisiones, las empresas elaboran un balance de gases de efecto invernadero. Se divide en dos partes. En primer lugar, se determina la huella de Corporate Carbon Footprint (CCF). En él se destaca exclusivamente la empresa y sus emisiones (por ejemplo, el consumo de electricidad, los desplazamientos de los empleados al trabajo en autobús y tren, etc.). Las empresas que producen o comercializan bienes físicos (como ecobiopack) también tienen una Huella de Product Carbon Footprint (PCF). En este caso, el equilibrio se refiere a toda nuestra gama de productos y, por tanto, a cada uno de ellos. Esto incluye todas las etapas de la producción: desde los materiales hasta la fabricación y las rutas de transporte.
A modo de comparación, nuestro PCF representa el 99,6% de nuestra huella de carbono total, mientras que nuestro CCF sólo representa el 0,4%. Por tanto, la fabricación de nuestros productos es, con mucho, la que más emisiones provoca. Algunas empresas sólo compensan su CCF y aún así se anuncian con los términos "clima neutral" o "compensación de carbono". Sólo cuando se mira más de cerca, uno se da cuenta de lo pequeña que es la cuota.
Por eso compensamos todas las emisiones de CO2 en la producción, el transporte, las empresas y los recursos -es decir, nuestro CCF y PCF- con plena convicción. Con la composición de CCF y PCF, alcanzamos nuestro objetivo de ser una empresa 100% compensación de carbono. No porque tengamos que hacerlo, sino porque queremos contribuir activamente a la protección del clima. Por un futuro sostenible de nuestro planeta verde.