Sostenibilidad: La hoja de palma es un producto puramente natural
En el sudeste asiático, las palmas de areca se cultivan por sus populares nueces de betel. Sin embargo, en los países industrializados no hay interés por esta especie de palmera porque no pertenece a la subfamilia de las palmeras aceiteras. Por ello, se garantiza que no se talen bosques tropicales para el cultivo de la palma areca con el fin de crear zonas de cultivo adicionales.
Además, las plantaciones de palma, de las que obtenemos la materia prima para nuestros productos de hoja de palma, se trabajan sin pesticidas ni fungicidas. Incluso el agua utilizada para lavar las hojas de palma antes de su procesamiento se recoge y se reutiliza para regar las plantas. De este modo, los agricultores no sólo protegen el medio ambiente, sino también valiosos recursos.
Los productos fabricados con hoja de palma suelen acabar en la basura después de su uso, pero a veces también en la naturaleza. Sin embargo, al ser un producto natural, son completamente biodegradables y se descomponen relativamente rápido. Se convierten en tierra, que a su vez es utilizada por la naturaleza para crear nueva vida. Si las hojas se queman, al fin y al cabo, esto no tiene ningún impacto negativo en el medio ambiente. Porque la quema de hojas de palmera es neutra en términos de CO2. Sólo se libera la cantidad de CO2 que las palmeras han absorbido durante su crecimiento. Al ser un producto 100% natural, las hojas tampoco contienen sustancias que puedan causar daños al medio ambiente.